En el nombre de la venganza
Valoración: 4/5.
Como si de una versión
de Juego de Tronos en novela negra se tratase, en Muerte en El Cerro
Manuel Martín García deja un reguero de muertes en sus páginas que
casi incitan a contarlas. Parece que al autor no le importa matar (y
si leéis la historia veréis el doble sentido de esto) a lo largo de
las cerca de 600 páginas que componen este relato de venganza en
tres actos. Y aunque su extensión puede asustar en un primer
momento, lo cierto es que estas dimensiones esconden tres novelas (o,
en este caso, crímenes diferentes que investigar) con unos ejes
comunes: el inspector al cargo, el bueno de Manolo Cisneros; el
despiadado asesino y la sed de venganza.
Cabe destacar que Muerte
en El Cerro es una novela muy bien escrita, con una capacidad de
descripción que te adentra tanto en las calles de La Habana como en
la costa de Asturias, y que reta al lector para que resuelva unos
crímenes que, aunque parecen simples, encierran desde el inicio una
gran incógnita. Como si de un clon cubano de David Gurney se
tratase, el capitán Cisneros se deja llevar hasta encontrar las
pequeñas pistas que convierten un caso difícil de resolver en un
misterio resuelto.
Se agradece encontrar
historias así, libros que aportan más y más páginas de intriga al
tiempo que mantienen la tensión con un asesino dispuesto a todo para
saciar su sed de venganza, aunque al mezclar la propia investigación
con la faceta personal en algunos puntos dan ganas de que se avance
más rápido. Aun así, el conjunto está equilibrado y aunque haya
que dedicarle más tiempo de lectura merece la pena.
Una de las cuestiones que
más me ha gustado de Muerte en El Cerro es la posibilidad de
descubrir La Habana a través de una investigación criminal, que
permite dar pinceladas sobre el estilo de vida de allí y el
funcionamiento de su sociedad, lo que supone una gran elección de
escenario que después se repite al situar el segundo acto en
Asturias. Ahora bien, si sobre los métodos de investigación cubanos
no tengo la capacidad de opinar, si que en el caso de los de España
he notado varias cuestiones que no se ajustan del todo a los
protocolos oficiales y eso rompe un poco con la historia. Es el único
fallo que veo a esta novela, pero si no somos excesivamente puristas
vamos a disfrutar de ella sin problemas.
Al terminar Muerte en El
Cerro me quedo con ganas de conocer más casos del capitán Cisneros,
que aunque en este libro se jubila (hago un inciso para destacar lo
trabajada que está la personalidad del protagonista) sin duda se
puede rescatar alguno de sus antiguos casos y se le dé continuidad a
un personaje que puede dar mucho juego, como ya deja entrever la
historia.
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