Jack estuvo aquí
Valoración: 5/5.
Sin duda uno de los
personajes que más fascinan a los amantes de la novela policíaca es
el de Jack el destripador. A estas alturas este asesino en serie del
Londres victoriano es todo un mito, y hasta me atrevería a decir que
a él le debemos muchos de los avances en investigaciones criminales
que se dieron después de que pusiera en jaque a todo un país. Cinco
muertes a sus espaldas (que se sepa), un desafío lanzado a la
policía y la ausencia de detenidos han ayudado a envolver a este
psicópata en un halo de misterio que, aún hoy, sigue haciendo que
corran ríos de tinta.
Sobre su identidad se han
pronunciado numerosos expertos que han analizado sus crímenes de
forma minuciosa, pero también ha sido fuente de inspiración para
novelas y películas, convertido ya casi en un personaje de culto
que, a pesar del horror de sus actos, fascina a los más morbosos.
Por eso cuando tuve la
oportunidad de leer El visitante extranjero, de Julio Rojas (editado
en España por Grijalbo, aunque yo he tenido acceso a la versión
chilena de Suma de Letras) no la desaproveché. Trasladar al ¿bueno?
de Jack al puerto chileno de Valparaíso para que dé rienda suelta a
su insana afición, a miles de kilómetros del lugar donde ha
sembrado el terror, sonaba muy prometedor, tanto como para caer en la
tentación. Y puedo decir que acompañar al doctor Nolasco Black en
su desesperada investigación para dar con el célebre Jack The
Ripper es una grata experiencia, no sólo por la calidad de la
historia que concibe Julio Rojas y su capacidad descriptiva, sino por
la forma en la que poco a poco te introduce en el misterio.
En esta historia
encontraremos lo ingredientes típicos de esa época, de 1880 en
adelante: avances científicos, una medicina forense que empieza a
surgir, un cambio en la forma de llevar las investigaciones
policiales (aunque prevalecen, por desgracia, los viejos métodos) y,
cómo no, esas incursiones espiritistas de una sociedad que quiere
conocerlo todo. Esta tela de araña sirve para atrapar a Nolasco en
una lucha a contrarreloj que le hará olvidarse del duelo por su
mujer y le mostrará la cara más oscura del crimen.
He de decir que recrear a
Jack el Destripador en un nuevo escenario y dotarlo tanto de
identidad como de motivación puede parecer algo osado, sobre todo si
lo consideramos un mito que aún genera muchas dudas. Pero en El
visitante extranjero Julio Rojas configura un personaje a medida para
la sociedad y los avances que está viviendo. Unos avances en los
que, por cierto, no tiene cabida la mujer, a quien se considera un
ser inferior (y de ahí que Jack se afane en convertirla en su
presa). Sin embargo, la trama busca demostrar todo lo contrario, y es
grato ver cómo reivindica el papel de las mujeres y lo ensalza, con
un tirón de orejas al comportamiento masculino.
Otra de las cuestiones
del libro que resulta interesante es el estilo de la narración, en
primera persona pero con varias voces, lo que se consigue a través
de la fórmula del 'cuaderno de bitácora' de Nolasco y los diarios e
informes del resto de protagonistas. Y hay que destacar que la
ambientación histórica está muy bien trabajada, así como el
aspecto científico que rodea a la historia.
Leer El visitante
extranjero, de Julio Rojas, es adentrarse en un mundo donde el horror
y la ciencia van de la mano con el objetivo de atrapar al lector e
impedirle que abandone el libro. Y lo logra con creces.
Y tú, ¿te animas a
descubrir esta historia?
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