lunes, 2 de abril de 2018

Secretos desde Rusia


Reseña de 'Siberia', de Jesús María Sáez

¿Puede llegar a caernos bien una asesina profesional rusa de carita angelical? Por supuesto que sí, si se trata de una dulce psicópata salida de mente de Jesús María Sáez, Txusmi para los lectores. Porque la segunda novela de este escritor vitoriano arranca presentándonos a esta sicaria de la madre patria acostumbrada a no hacer preguntas y apretar el gatillo contra quien haga falta. Eficaz. Implacable. Un diamante en bruto. 'Siberia' es para Txusmi el debut en un género al que James Bond lleva décadas arrastrando a todas las generaciones, el del espionaje y el arte de matar con glamour. Ya sea con una licencia 00 o con el beneplácito de las altas esferas.
Y lo cierto es que esta primera incursión del autor se salda con un sobresaliente alto, pues gracias a su historia el lector no sólo acaba idolatrando a la 'buena' de Masha sino escarbando en uno de los secretos que el poder ruso intenta guardar bajo siete llaves. Es por ello que en el camino de la dulce asesina se cruza Txema Beristain, un periodista de viajes con cierta afición a los trenes de lujo y una cruz en la espalda idéntica a la que lucía Trotsky. Rusia no perdona, amigo Txema, y tú estás en la lista de su implacable ejecutora, a la que por cierto siguen los pasos policías de dos países.
Este argumento tan tentador se va desarrollando con gran maestría, atrapando a quien lo lee mientras poco a poco se desvela parte del misterio. ¿Qué hizo el bueno de Txema, Txemita el golosón, para cabrear a Moscú? Hasta la propia Masha siente cierta intriga por ello, y eso puede ser su condena.
Maravilla leer este tipo de historias de escritores vitorianos, descubrir que al volante de uno de esos autobuses urbanos que tantos dolores de cabeza dan al ayuntamiento hay un admirador de James Bond con mucho talento para juntar palabras, y sobre todo perderse entre sus giros sorpresa. La capacidad de descripción de Txusmi, unida a sus ilustraciones, dan vida a esta novela tan cinematográfica en la que no falta ningún guiño del género y que hasta ofrece un secreto basado en unos hechos reales. Y eso sí, el final es de diez.
Después de leer 'Siberia' quedan ganas de adentrarse en la 'ópera prima' de Txusmi, su 'Misión: jaqueca' que homenajea desde el humor y la ironía a las desternillantes aventuras de Mortadelo y Filemón, y de cruzarse un día con él en el bus y pedirle más leña literaria para alimentar el apetito lector.
En definitiva, 'Siberia' reúne lo mejor del género en una novela breve pero intensa que merece la pena ser devorada por los lectores, y que desde luego recomiendo. No porque sea de alguien de casa, sino porque ese alguien sabe muy bien lo que hace.
Sigue escribiendo, Txusmi. Ese es el camino.



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