Valoración: 3/5.
A la hora de escribir un libro la trama es tan importante como el
protagonista de la historia. Podemos tener una idea
maravillosa que se echa a perder porque el personaje principal resulta odioso a
los ojos del lector, por lo que hay que tener un especial cuidado a la hora de
construir esta figura. Quizá por ello
en la literatura abundan los protagonistas que los lectores llegan a adorar,
que levantan incluso pasiones y que son más buenos que un pan o genios en lo
suyo. Sin embargo, y esto resulta muy interesante, cada
vez hay más autores que apuestan por poner como protagonista al villano de la
historia y profundizar en su maldad. Es algo que la propia Julia Navarro exploró en Historia de un canalla, una novela que la alejaba de su estilo
tradicional y que supuso una apuesta arriesgada que no convenció a todo el
mundo. Es, junto con la saga de Dexter, el ejemplo más claro, pero lo cierto es
que cada vez vemos más personajes que tienden más a mostrar su cara oscura que
a intentar seducir a través de la bondad.
Este es precisamente el caso de Bruno, el personaje que lleva el peso
principal de la novela Ella lo quiso.
Ya desde el primer capítulo nos damos cuenta de que estamos frente a un
psicópata de manual, alguien con una personalidad peculiar y que presenta todas
las características que definen a estas personas. Lo cierto es que si de
primeras un personaje así podría provocarnos rechazo, el morbo que nos suscita
esa parte oscura de la sociedad hace que, aunque nos repugne ese tipo de seres,
queramos leer hasta el final para ver lo que son capaces de hacer.
Para hacer un breve resumen de esta historia, explicaré que nos cuenta la
vida de Bruno en diferentes saltos entre pasado y presente, penetrando en su mente
de una manera especial. A través de sus pensamientos conocemos qué es lo que le
motiva en la vida, su falta total de empatía, y descubrimos hasta dónde es
capaz de llegar para conseguir lo que tanto ansía. Por supuesto, va a haber
muertes, pero a lo largo de la historia no todo será lo que parece y
posiblemente el lector se lleve algunas sorpresas. En ese apartado, lo cierto
es que la trama está bien construida y mantiene la intriga, ofreciendo dos
focos de atención (uno de ellos más secundario al principio) mientras se
desarrolla la novela.
Si algo me ha gustado de Ella lo
quiso es la forma en la que su autor, Javier Martín Betanzos, ha construido
el personaje principal, cómo ha trabajado los pensamientos y las maneras de actuar
propias de un psicópata e incluso el hecho de que ofrece al lector la
explicación de por qué él es así. No por ello nos compadecemos de Bruno, pero
no sirve para entender cómo se llega a ese punto. Esta novela es un viaje a la
maldad, pero a una maldad inconsciente, y quien la práctica la entiende como
algo normal. Veo que detrás de la redacción de la novela hay un importante
trabajo de documentación sobre los psicópatas, y es algo que agradezco.
En otros apartados, como la investigación policial o la trama secundaria,
siento que la novela flojea un poco, o tal vez se aleja de la realidad para
ofrecer una visión un tanto estereotipada e incluso fantasiosa, aunque teniendo
en cuenta que Martín Betanzos ya nos ha ofrecido el premio gordo con su
personaje protagonista, mi valoración es que estamos ante una novela que merece
la oportunidad de ser leída. Quizá los más puristas de la novela negra quieran
más acción, o hubiesen preferido que se centrarse en la investigación policial,
pero creo que poner el foco en la mente de un psicópata y conocer sus
reflexiones es un punto de vista diferente que aporta interés al género.
En definitiva, creo que Ella lo que quiso
es un buen trabajo, con un arranque peculiar que llama la atención y que aunque
en algunos momentos pueda generar rechazo hacia su protagonista merece la pena conocerle
hasta el final.
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