martes, 20 de febrero de 2018

La vida no vivida


Reseña de ‘Por encima de la lluvia’, de Víctor del Árbol

Hace unas semanas leí una reseña de 'Por encima de la lluvia' que hablaba de la experiencia de leer a Víctor del Árbol y el “alto precio” que ello supone. Aunque elogiaba el libro, hablaba de cómo este escritor creaba en el libro un mundo de maldad habitado por lo peor de lo peor. Que el hecho de ser una gran novela no quitaba que abriese la puerta a un elenco de seres despreciables, de situaciones reprobables y de dolor gratuito infligido a los personajes. Esta persona aseguraba que no iba a atreverse con ningún otro libro de Del Árbol, y aunque creo que es una decisión drástica lo entiendo. Leer implica un ritual especial, en el que se disfruta cada palabra y se vive cada momento de la trama en busca de placer. Cada uno tiene sus métodos, sus manías y sus límites.
Quienes seguimos a este escritor no somos ajenos a esta circunstancia. En cada una de sus obras Del Árbol lleva a los protagonistas al límite, les acerca la felicidad hasta la punta de sus dedos y se la arrebata en cuanto la rozan. No faltan en sus tramas víctimas colaterales, seres castigados por su pasado y personas dispuestas a seguir castigando. Víctor no es de finales felices. Eso le convierte en uno de los maestros a la hora de retratar la maldad humana, las miserias de una sociedad y cómo éstas ahogan sin piedad a la gente. Quizá sea algo heredado de su etapa como mosso, en la que sin duda ha visto demasiado dolor y sufrimiento.
Pero esto mismo es lo que le convierte en un escritor genuino. Del Árbol no exige derecho de pernada, no come bebés ni manipula las mentes. Sólo refleja la realidad que nos es ajena. Y ofrecer la vida sin filtros y arrastrar al lector a ese submundo al que por suerte no pertenecemos es sin duda muestra de un talento digno del mejor Caronte literario, que nos transporta en su barca por una laguna de párrafos que desgarran. Víctor del Árbol no busca endulzar las cosas. Y eso le hace tan grande.
Si nos paramos a repasar toda su obra, vemos que esta dinámica se repite. Ya en 'El peso de los muertos' apuntaba maneras, aunque quizá sea con 'Respirar por la herida' con la que más muestra esa dinámica de dolor, maldad y derrota. Por eso, cuando se publicó 'Por encima de la lluvia' con la advertencia de que no se trataba de una obra de novela negra me eché las manos a la cabeza. ¿Podía ser verdad? ¿El maestro cambiaba de bando? Me resistí varios meses a esa idea, eludiendo la compra de la novela con el miedo a que se tratase de una historia más de esas que intentan mostrarte las bondades de la vida. Tenía miedo de que se me cayera el mito.
Y no podía estar más equivocado. La novela no puede ser más fiel al estilo de Del Árbol, con un elenco de personajes que esconde secretos y a los que no les es ajeno el sufrimiento. Y esta vez con un plus: poner de protagonistas a dos ancianos que ansían apurar el tiempo que les queda. Hace ya unos años leí una frase de Carl Gustav Jung que me marcó, y quienes hayan leído 'En el fondo del vaso' lo saben bien. “La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir”, advirtió este gran psicólogo, y no puedo estar más de acuerdo. Aquellos sueños que dejamos por el camino, los momentos que no vivimos, pesan a la hora de hacer balance. Y, desde luego, mucho más cuando se llega a la vejez.
Miguel es el ejemplo más claro de ello. El hombre recto, fiel a sus costumbres, incapaz de salirse de la línea marcada. Un personaje que parece tener horchata en las venas, y que sólo gracias a la influencia de Helena será capaz de despertar y empezar a vivir la vida. Pero ojo, no estamos hablando de una reedición del 'Diario de Noa', sino de un genuino Del Árbol. Imagínense lo que llega, señores, cojan palomitas y disfruten.
En este libro Víctor del Árbol vuelve a su esencia para contar una historia con moraleja, sin dejar títere con cabeza y desvelando nuevas sorpresas en cada capítulo. Una trama dura, como suele acostumbrar, pero que se disfruta sin mucho remordimiento. Un viaje a través de la psicología humana en el que se saldan deudas pendientes, se abren viejas heridas y se descubre lo que es la vida.
'Por encima de la lluvia' merece la pena. Es una de esas obras de arte que se lucen en el mejor hueco de la estantería, y a las que de vez en cuando se recurre para volver a vivirla. Pocos autores nacionales actuales están a la altura, aunque por suerte cada vez son más los que escriben joyas literarias que llegan al fondo del alma. Por ello recomiendo no sólo leer este libro, sino disfrutar de cada una de las piezas que Del Árbol ha concebido. Todo un tesoro para los que amamos la literatura.



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