Reseña de ‘El maldito orgullo de León Barcan’,
de Javier Jené Gaspar
Valoración: 4,5/5.
Talento, mucho talento. Eso es lo que abunda
en las páginas de ‘El maldito orgullo de León Barcan’, una novela negra de
Javier Jené Gaspar en la que el ingenio y el buen hacer de su autor se conjugan
para atrapar al lector hasta el punto de que resulta imposible dejar de pasar
páginas. Jené Gaspar, autor de otras dos obras anteriores a esta novela, ofrece
un recorrido por la Barcelona más turbia de los años 80 y la actualidad, amén
de una mención especial a la vida carcelaria, de la mano de unos personajes muy
peculiares. Y ahí es donde la creación del Sr. Perro obliga al lector a
quitarse el sombrero y aplaudir por ello.
Porque en ‘El maldito orgullo de León Barcan’
este personaje es la fiera oculta en el interior de un joven (que después ya no
será tan joven) de una familia acomodada que de repente se ve despojado de todo
ese mundo de lujo y apariencias y malvive en la calle, hasta acabar con sus
huesos en la cárcel de una manera injusta. Su salida del trullo tres décadas
después sirve de excusa para adentrarse en su pasado y permite seguir los
cuatro ejes en los que pivota el libro con los personajes de León Barcan, el
Sr. Perro, don Tic Tac o el infame Ariza.
Con todos estos ingredientes dentro de la
coctelera y unos secundarios de lujo, además de una dinámica narrativa que se
vuelve adictiva a la hora de querer desentrañar el misterio (el autor, además,
abre el libro con un adelanto del final del libro que despierta el hambre
literario por saber qué ha pasado para que suceda eso), ‘El maldito orgullo de
León Barcan’ es una maldita obra de arte, digna de leer y que enganchará sin
duda a los amantes de la novela negra. Y si Jené Gaspar abre esa puerta, le
auguro una larga vida al Señor Perro y su forma de resolver las cosas.
Ah, no hay que olvidar que dentro de esta
novela aparece un misterioso asesino, don Tic Tac, que nos va a mantener en
vilo durante todo el libro, y que nos reserva una gran sorpresa…
Visto todo esto, lo cierto es que adentrarse
en esta historia es tentador. Demasiado tentador. Y si además le añades que ‘El
maldito orgullo de León Barcan’ tiene el aval de haber ganado la primera
edición del Premio del Certamen Literario Nuevos Escritores 2017,
la certeza de que estamos ante una buena novela está garantizada.
Ahora bien, hay que decir que a partir de cierto punto el libro entra en una dinámica
que, en cierta manera, rompe un poco con los cánones de lo que debe ser la
escritura y sus procesos creativos. Sin que afecte a la genialidad de la
historia, lo cierto es que el autor ‘facilita’ a su personaje muchas soluciones
a los problemas que le acechas con una facilidad pasmosa, y en algunos momentos
hasta inverosímiles. En un momento uno de los amigos de León Barcan llega a
decirle que podría cambiarse su apodo por el de “señor Potra”, y no puedo estar
más de acuerdo.
Esta valoración, que viene condicionada más por mi faceta de escritor que por la de lector, la comentaba hace unos días con otro escritor que también coincidió en que dentro de los mecanismos narrativos hay que intentar no caer en esa trampa de que todo venga rodado (y eso que, si nos ponemos exquisitos, en mi novela también peco un poco de ello). Es un recurso que debe usarse con cuidado, ya que aunque parezca que la ficción puede aguantarlo todo hay que tener un celo especial para procurar que el lector encuentre la narración lo más realista posible (dentro del género de la novela negra, en esta caso).
Pese a ello, ‘El maldito orgullo de León Barcan’ se disfruta y se vive de una manera especial, y como decía al inicio de esta reseña, eso es gracias al talento de su creador, Javier Jené Gaspar, a quien auguro una buena carrera literaria, y al que deberíamos empezar a seguir para estar atentos a sus próximas novedades.
Esta valoración, que viene condicionada más por mi faceta de escritor que por la de lector, la comentaba hace unos días con otro escritor que también coincidió en que dentro de los mecanismos narrativos hay que intentar no caer en esa trampa de que todo venga rodado (y eso que, si nos ponemos exquisitos, en mi novela también peco un poco de ello). Es un recurso que debe usarse con cuidado, ya que aunque parezca que la ficción puede aguantarlo todo hay que tener un celo especial para procurar que el lector encuentre la narración lo más realista posible (dentro del género de la novela negra, en esta caso).
Pese a ello, ‘El maldito orgullo de León Barcan’ se disfruta y se vive de una manera especial, y como decía al inicio de esta reseña, eso es gracias al talento de su creador, Javier Jené Gaspar, a quien auguro una buena carrera literaria, y al que deberíamos empezar a seguir para estar atentos a sus próximas novedades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Alégrame el día!